Cuando Guardiola pierde un diamante…

¡Señoras y señores, damas y caballeros, aquí llega el espectáculo del Club Mundial! Olviden las galletitas y pásenme las palomitas porque Dean Huijsen y Gonzalo García han llegado para revolucionar el Real Madrid como si fueran dos superhéroes con botas. Según las voces críticas y los análisis que no paran en los bares, entrenadores como Xabi se han sorprendido de que romper reglas es más fácil que abrir un yogurt caducado. Olvídense de Tchouameni y Valverde, porque Huijsen lanza balones como si fabricara misiles en sus ratos libres.

Viajando hacia la isla del fútbol inglés, nos topamos con la gran interrogante: ¿cómo es posible que a Guardiola se le escapara Huijsen? Quizá estuvo más entretenido buscando su champú anticaspa porque, al parecer, Huijsen estaba ahí como un Pokémon shiny entre los arbustos del Bournemouth. Ahora brilla como una estrella fugaz, cruzando el campo con esa salida de balón que haría llorar de envidia a una brújula desorientada.

Y no podemos olvidarnos de Gonzalo, un torpedo en el ataque del Madrid que parece tener un GPS integrado en su futbolística cabeza. Mientras Xabi frotaba el escudo de la nave blanca rezando por la recuperación de Mbappé, Gonzalo les daba un recital tras otro de cómo manejar las riendas de un ataque. El dilema que ronda es digno de un debate galáctico: ¿enseñamos a Gonzalo a ser la leyenda del Madrid o lo mandamos a otra constelación a causar estragos hasta que sea su momento de coronarse? ¡Solo el tiempo lo dirá!