El club de los resucitados de Zubieta…
En Zubieta, el campo de entrenamiento de la Real Sociedad, ha sucedido un milagro digno de aparecer en los anales de la historia del fútbol: Barrenetxea ha cumplido su penitencia de sanción y Aguerd ha encontrado el santo remedio a sus dolores musculares. Pareciese que Imanol Alguacil ha sacado del bolsillo un rayo láser sanador que podría hacer caminar hasta maniquíes. Estos dos héroes entrarán al Bernabéu con tanta confianza, que hasta se enfrentarían a los fantasmas del estadio sin despeinarse ni una ceja.
Pero el cuento de hadas tiene su ratón… digo, lado amargo. Orri Óskarsson sigue en su batalla épica contra una gastroenteritis que le tiene más fuera de juego que un delantal a un defensa rezagado. Dicen las malas lenguas que está considerando cambiar su dieta de pescado crudo por croquetas de jamón, pero de momento sigue césped vencido, abrazado a su botella de Aquarius como si fuera la Copa Mundial.
Por otro lado, Jon Pacheco ya ha entrenado con sus compañeros, levantando muchas cejas y algunas pestañas. Imaginamos que Imanol lo ha puesto a dar vueltas al campo con tanques de oxígeno como si entrenara para maratones galácticas. Con este equipo repleto de historias dignas de Netflix, el partido contra el Real Madrid promete más emoción que una peli de acción hollywoodense.