El rompecabezas de Ancelotti y su equipo…

¡Bienvenidos al enigmático centro penitenciario de Nicolas Jover! Aquí, el balón es un prisionero que nunca se escapa, y la puerta del gol siempre está abierta de par en par. Este mago del balón parado, que vino directo del laboratorio secreto del Arsenal, amenaza al Real Madrid en la próxima Champions. Jover es como el Gandalf del Emirates Stadium: con un simple regate de manos invisibles, convierte córners en goles como si fueran churros en una feria.

En Manchester City, Jover era el afilador de varitas de Pep Guardiola, reduciendo los goles recibidos a balón parado como si estuviera reduciendo la factura del súper después de una dieta estricta. Ahora, ha construido una muralla de números mágicos y trazos de pizarra en el Arsenal, convirtiendo cada saque de esquina en una ópera. Su mejor aliado, Bukayo Saka, tiene más asistencias que un juego de cubiertos en una boda real, todo gracias a la formuJOVER mágica.

Mientras tanto, en la Fortaleza Blanca, Ancelotti y sus secuaces están en pleno brainstorming de jugadas ensayadas, tratando de defender su preciado reino. El misterioso regresa de Courtois, más alto que un poste de luz incluida en una giralda, tiene al Madrid como un transformer en modo defensa profesional. Pero, claro está, todos están rezando para que en el próximo partido los goles de balón parado del Arsenal sean solo humo y espejos en los Emiratos.