El Gato con Más de Nueve Vidas…
Luka Jovic, el Houdini del fútbol, ha vuelto a hacer de las suyas y resucitó como el ave fénix con hambre de gol. Después de tan solo 350 días, que para Jovic debe ser como una semana, decidió que ya era hora de entrar al libro de récords de la liga y marcó un gol. Ese gol fue como si le hubiese dado vida a un cactus en medio del desierto. Ahí estaba el serbio, con más oscuridad que un sótano espeluznante en su carrera, cuando Sérgio Conceiçao, el entrenador cuyo nombre parece un trabalenguas portugués, decidió soltarlo en la cancha ante el Nápoles. Milagrosamente, Jovic respondió con un gol en el minuto 84. ¡Madre mía, eso sí que es dejar las cosas para el último momento!
El entrenador del Milan, en un giro digno de película de acción, decidió apostar todas sus cartas en esta nueva encarnación de Jovic. Apenas entró al campo en el minuto 79 con el equipo perdiendo 2-0, y como si fuera un regalo de los dioses del fútbol, ‘¡bang!’, remató un pase de la muerte, como si no llevara un año sin marcar, y dejó a todos boquiabiertos. 350 días sin marcar y resurgió como una estrella fugaz que, por desgracia, no se replicó ya que el empate se escurrió de sus manos.
La Gazzetta dello Sport fue menos optimista en su introducción. Señalaba que con Jovic no bastaba para resolver los problemas del Milan… ¡qué aguafiestas! Mientras tanto, los catastrofistas ya pronosticaban su salida del equipo. Aun así, la estadística es su mejor aliado: un gol cada 114 minutos. Pero ah, es como cuando te prometen helado de chocolate y solo te dan la cucharita. Conseguirá más protagonismo? ¡Solo el tiempo lo dirá, pero al menos le queda una de sus muchas vidas futbolísticas para averiguarlo!