¡Lean a Toni Kroos, que siempre acierta!…
Toni Kroos, el profeta del césped, ha vuelto a regalarnos una de sus perlas dignas del mejor adivino. Desde su trono de balones de oro invisibles, ha felicitado efusivamente al PSG y a Luis Enrique por esa extraña alquimia de convertir a un grupo de estrellas en un equipo de verdad. Porque, amigos, el fútbol no es juntar a Messi, Neymar y Mbappé en una partida del FIFA y pensar que ya has ganado todo. ¡Ay, si fuera tan fácil como sacarse una foto con ellos!
Gracias a los poderes místicos de Kroos, hemos aprendido que en este deporte hay una fórmula secreta: el equipo lo es todo. Incluso para nuestros colegas en París, que finalmente han entendido que tener el talento de jugar con la PlayStation 5 no es suficiente. En cambio, el nuevo horizonte en el PSG y en el Barça de Flick brilla con la luz de la unidad y el sudor de todos los jugadores que se sacrifican por la causa, como si se tratase de un entrenamiento militar.
Mientras tanto, Xabi Alonso ha aceptado el reto de devolver al Real Madrid al trono del fútbol colectivo. Este es el momento de hacer historia y de unirse como los Power Rangers, porque el Bernabéu quiere ver aquí el espectáculo y, ya de paso, una pizca de magia. Pero tranquilos, queridos blancos, aún queda mucho por jugar, y con Kroos como oráculo, ¿quién necesita una bola de cristal?