¡Ahora soy embajador y futuro domador de balones!…
Álvaro Negredo, más conocido por los aficionados como el ‘Tiburón’ de Vallecas, nos ha dado un remojón con su nuevo papel como embajador de LaLiga, que sinceramente suena más elegante que el de exfutbolista en chándal. Nos cuenta en una entrevista que dejar el fútbol fue más difícil que convencer a un árbitro para que cambie una amarilla por una palabrilla bonita. Según dice, ahora está masticando libros de estrategia futbolística como un entrenador novato del Sevilla, ¡cuidado que la libreta puede terminar con dentelladas!
Negredo no se corta un pelo y nos advierte: «¡Ojito con el Madrid!» como si fuera un adivino agitando su bola de cristal en forma de balón. Claramente no quiere que demos por acabada la novela sobre quién conquistará el trono de LaLiga. Según el ‘Tiburón’, mientras unos piensan que la liga se decide con el Pokémon más fuerte, en realidad se decide con jugadas mágicas y goles acrobáticos dignos de TikTok. Y aunque habla de fichajes como si fueran ingredientes secretos de una paella, asegura que la calidad de los equipos es tan alta que no hace falta importar a un alienígena para armar un buen once.
De entrenador quiere ir de ataque, pero quién sabe, dentro de dos años puede que decida montar un autobús atrás por si acaso. En su colección de recuerdos también hay espacio para carcajadas amargas cuando habla de lo que cuesta ser delantero entre gigantes como Puyol o Ramos, comparándolo con un hobbit tratando de vencer a un troll. Y aunque no se queda con Nuno en la lista de favoritos –»Fue, digamos, un roce tan contradictorio como una bicicleta en un partido de Fórmula 1″–, el ‘Tiburón’ admite que en cada entrenador y partido siempre hay algo por aprender, como lanzarse al agua y descubrir nuevas corrientes que domar.