La emoción en el Bernabéu la lleva a otra galaxia…
Se dice que los rugidos de un león despiertan a la sabana, pero los gritos de Fayza Lamari podrían dejar sordos a los pasajeros de un avión a medio camino a Saturno. En el partido entre el Real Madrid y el Leganés, el talentoso Kylian Mbappé armó su propio espectáculo de pirotecnia futbolística al clavar dos goles. Mientras tanto, su madre enloquecía en las gradas con tanta euforia que alguien pensó que estaba batiendo un récord mundial en la categoría de «Salto de mayor distancia desde el asiento».
Kylian, que parece haber nacido con un GPS para encontrar el fondo de la red, con este par de dianas ha dejado a Lewandowski con los nervios de punta. El polaco no puede ni comer un bocadillo sin mirar por encima del hombro. Es que Mbappé ya tiene 22 goles, ¡casi tantos como días tiene el mes de febrero! Y la carrera por el pichichi está que quema más que un bocata de chorizo a la sombra.
Con el objetivo del gol en la mira, el siguiente episodio de la «guerra de los goles» nos llevará al enfrentamiento de Lewandowski contra el Girona. Esperemos que las gradas aguanten tanta pasión, porque si no, ¡podríamos ver a Fayza dirigiendo la ola como si fuera la directora de orquesta de una sinfonía en plena Champions! La emoción está tan alta que hasta los pingüinos en el polo están considerando sintonizar este enfrentamiento legendario. ¡Vamos, qué viva el fútbol y sus momentos delirantes!