Vinicius brilla desde el banquillo con minuto mágico…

Xabi Alonso sacudió el tablero como un jugador de ajedrez hiperactivo, dejando en el banquillo a Vinicius para la visita al Tartiere. El técnico decidió dar un soplo de aire fresco al equipo tras el 1-0 contra Osasuna, haciendo cambios suficientes para formar una orquesta sinfónica. Vinicius era menos efectivo que un ventilador en el ártico frente a Boyomo, el lateral navarro. Este cambio brillante del entrenador tampoco dejó claro si Rodrygo podía destacar como extremo, pero la duda duraría poco. Entraron al campo como toros en una cristalería y la meritocracia se alzó.

Vinicius, como un superhéroe a punto de descubrir sus poderes, entró al partido cerca del minuto 60 para desatar el caos. En una de sus primeras jugadas, cayó en el área rival y la amarilla que recibió llegó más rápido que un repartidor de pizza en su día libre. Mezclando su destreza en el campo con un par de trucos de magia, robó el balón para asistir a Mbappé en el segundo gol del Madrid. Celebró su jugada con tanto entusiasmo que su compañero Kylian tuvo que convertirse en su mánager y ahorrarle más líos. Finalizó su actuación con un gol digno de una novela gráfica en el tiempo de descuento, asegurando así una victoria y abriendo una nueva etapa para el Madrid.