La liga gringa no esconde la pelota…
Resulta que los americanos han descubierto que para que el fútbol crezca, no basta con traer a Beckham para vender camisetas. Han apostado por algo todavía más revolucionario, que haría que hasta un gato en España se lo piense antes de salir de siesta: ¡hablar con la gente! Mientras que los entrenadores europeos parecen detectives privados con una devoción a lo Sherlock Holmes, negando hasta sus sombras, los cracks de la MLS reparten saludos hasta al conductor del autobús.
En Europa, los equipos viven en búnkers de silencio más impenetrables que la receta del gazpacho de la abuela. Aquí, para lograr una entrevista con alguien del equipo necesitarías un mapa del tesoro. Pero en la MLS, entrevistar al jardinero del estadio es casi más fácil que pedirle autógrafos a los recogepelotas. La liga americana parece un episodio de reality show donde todos quieren contar su historia.
Así que ahí lo tienes. Los norteamericanos están dejando claro que en la MLS, el fútbol es un deporte de equipo donde todos participan. Te debates entre hablar con los astros del equipo o preguntarle al perrito del estadio cómo está celebrando el último gol de su equipo. ¡No vaya a ser que la próxima estrella del fútbol sea el vecino!