El déjà vu futbolístico de Noruega e Inglaterra sub 19…

Imaginen un penalti convertido en la estrella de un culebrón lleno de más giros que una serie de Netflix. Así es como el arte del penalti se convirtió en el protagonista indiscutible en un duelo de octavos de Champions entre el Real Madrid y un atlético Julián Álvarez. Entre deslizamientos dignos de un patinador olímpico y cámaras que quieren pero no pueden, el balón parece tener vida propia.

Los entendidos y los no tanto, debaten si Álvarez tocó o no dos veces el esférico. Con posibilidades de recurso al infinito y más allá, los colchoneros se plantean escribir su propia odisea intentando convencer de que las reglas del fútbol son tan flexibles como una goma elástica. Pero no todo está perdido, hay un caso de la vida real en que se desató la locura mucho antes en la UEFA.

Nos trasladamos a 2015, donde Noruega e Inglaterra se jugaban el honor con tantos giros de trama como un thriller de Hollywood. Un penalti en el tiempo extra del minuto 96 se convirtió en un circo cuando fue anulado por una invasión. ¿La solución? Volver a jugar cinco días después, esta vez con una nueva protagonista en el rol de jueza. Williamson, la heroína reincidente, anotó y dejó al mundo futbolístico con una historia digna de contar en cualquier reunión familiar. ¡Qué nervios, amigos!