El fenómeno Yamal se compara hasta con el pan…
En una reunión secreta que más bien parecía un encuentro de superhéroes futboleros, nuestros sabihondos favoritos: Miguel Quintana, Fernando Kallás y Felipe del Campo, se han sentado a analizar la Nations League, pero sin el lujo de capas y antifaces. ¡Olvídate de los catálogos de IKEA! Esto va de fútbol y de cómo Lamine Yamal ha pasado de ser una promesa a ser el ídolo en los recreos más rápido que Flash corriendo a por una paella. Dicen que cuando juega, el sistema solar se alinea y los rivales tiemblan… ¡hasta el wifi del estadio mejora! Quién diría que hablamos del mismo Lamine que aún no sabe si es mayor de edad para alquilar un coche.
Fernando Kallás saltó la valla del chascarrillo y comparó al joven con nada menos que Pelé. Sí, claro, Fernando, porque todos sabemos que Pelé también firmó autógrafos con emojis en el móvil. ¡Y no se equivocaba! Confiesa que en su equipo de ensueño, Yamal sería como el eslabón perdido del fútbol versión 2.0. Imagina que mezcla la magia de Harry Potter con el control de mando del Capitán América: así de internacional es nuestro chico. Felipe del Campo hasta se atrevió a decir que escoltaría al joven en un tándem bicicleta antes que a Mbappé. ¡Afortunadamente ya está revisada la presión de las ruedas!
Y como si de una película de ciencia ficción se tratara, Jorge Segura asegura que nunca había visto algo como Yamal. No estamos hablando del efecto que produce ver un partido desde la última fila del Camp Nou, sino de un fenómeno más grande que imaginar a Messi cocinando un gazpacho. Pepe Pasqués defiende, espada en mano, que es más espectacular que una serie de Netflix, impulsando al Barcelona como quien mete confeti en una fiesta sorpresa. Así están de revolucionados nuestros tertulianos, elevando a Lamine, no a un podio, sino a la estratosfera del fútbol, donde ni siquiera hace falta oxígeno para seguir aplaudiendo.