«Árbitros: esos héroes incomprendidos»…
En esta semana donde hablamos más de árbitros que de goles, Lamine Yamal, el crack que hace regatear a las estadísticas, ha charlado con Mundo Deportivo y ha dejado claro que el fútbol tiene más drama que una telenovela. El próximo miércoles veremos la entrevista completa, pero ya tenemos spoilers de los buenos… ¡y sin árbitros de por medio!
El penalti a Iñigo fue tan evidente como un elefante en un mini cooper, pero ¡ay! parece que hemos decidido ponerlo todo en duda, hasta el color del cielo. Lamine comentó en tono filosófico: «El trabajo de árbitro es como intentar caerle bien a todos en una reunión de vecinos. Imposible. Pero nosotros no nos quejamos, hombre».
La Liga se parece cada vez más a un reality show, y si no me creen, pregúntenle al Real Madrid y su relación de amor-odio con los árbitros en la Copa del Rey. Un día amigos, al siguiente, ¡al enemigo! Nuestro zurdito preferido es contundente: «Cada jornada es como esperar el último episodio de una serie, pero con menos popcorn».
Tras ganar ante el Rayo, donde el VAR tuvo más protagonismo que un actor secundario con diálogos en latín, Yamal fue tan claro como el agua de un filtro nuevo. Y no, no le ayuda el VAR ni al Barça ni al Atleti ni mucho menos al Madrid. «¡Que nadie se queje!», exhorta, cual director de orquesta en el desenfreno.
Finalmente, con una sonrisa de esas que encienden flashazos de cámaras, recuerda cómo el balón y las quejas siempre ruedan, porque en el fútbol, mi amigo, la emoción nunca se va de vacaciones. «Nosotros, Barça, Madrid y Atlético, no nos quejamos… ¡o al menos no lo hacemos tanto frente a las cámaras!», termina con ese aire de misterio digno de un buen thriller futbolístico.