El clásico espectáculo de blame-a-thon…
Oh, Joan Laporta, nuestro superhéroe de traje y corbata. Parece que en Milán las decisiones arbitrales nos hicieron la ‘tangobol’, claro, porque de no ser por esos reyes del silbato, hubiéramos ganado como si fuéramos el mismísimo Napoleón estrenando botas nuevas. El presi culé tiró dardos verbales a Marciniak, quien, según parece, decidió que nuestra temporada en la Champions debía terminar antes de reservar las vacaciones y el billete de regreso a la tierra del buen jamón ibérico.
Pero que no decaiga el ánimo, que Laporta ya ha puesto los carnavales en la agenda del barcelonismo para el próximo Clásico. Vamos, que si Boromir necesitaba un anillo, el Barça necesita una afición que haga temblar Montjuïc como la primera vez que te meten un gol en el FIFA. ¡A llenar el estadio y a entrarle a LaLiga como si fuera la fiesta de cumpleaños de tu abuela, con bocadillos y todo!
El presidente prometió una especie de resurrección épica. Vamos, más épico que el regreso de los Jedi. Añadió que, aunque nuestra liga europea se quedó en ‘final no yateveo’, volveremos, y no seremos nosotros, serán las estrellas del fútbol regalándonos momentos maravillosos. Y, por supuesto, siguiendo el guion de ‘Vuelve, Tronquito Vuelve’, esperamos que con mucha suerte, uno de esos sueños de la Champions se haga realidad. ¡Forza Barça!