El triángulo táctico de la esperanza perdida…
Era una noche para recordar, ¡o para olvidar por completo! El partido prometía goles y emoción, pero terminó como un álbum de selfies en un domingo de pereza: sin poses destacadas. Cuatro esquinas y ni un solo gol, parece que los jugadores decidieron usar la estrategia del «murciélago»: todo al revés y nada al fondo de la red.
En el equipo contrario, los jugadores extranjeros parecían haber tomado una clase intensiva de «¿Cómo estar en el lugar equivocado en el momento justo?» mientras buscaban su GPS mental para encontrar el camino hacia la portería. Cada pase se iba tan lejos como mis sueños de convertirme en astronauta, ¡y eso es decir mucho!
Al final, la esperanza de los aficionados se esfumó más rápido que el último donut en la sala de descanso. ¡Ni siquiera los sorteos del Club Marca pudieron levantar los ánimos! Sin embargo, siempre podemos echar la culpa a las cuatro esquinas y donarles una brújula, a ver si el balón encuentra el destino correcto la próxima vez. Hasta entonces, ¡a seguir cantando goles en la ducha!