Copias futboleras latinas…

El fútbol es ese deporte universal que nos hace emocionar, gritar y, a veces, hasta llorar como si hubiéramos perdido el mando del televisor. En cada esquina del mundo, hay apasionados hinchas listos para alentar a sus equipos con fervor nunca antes visto. Y claro, si hablamos de mitos futbolísticos, Real Madrid y FC Barcelona se llevan el premio a los más clonables del planeta.

Pero, ¡esperen! Sus escudos y nombres no paran en las fronteras del Bernabéu y el Camp Nou; han cruzado mares y cordilleras. Bienvenidos al show de los equipos gemelos, esas copias futboleras que se parecen tanto, que incluso sus abuelos dudarían en el reconocimiento.

Iniciamos con el famoso Barcelona Guayaquil de Ecuador. Creado en 1925 por unos jóvenes del barrio del Astillero, su homenaje al FC Barcelona fue tan sentido que hasta copiar el escudo y el nombre decidieron. Al menos le dieron las gracias a la comunidad catalana por su apoyo. Este club ecuatoriano no solo lleva el nombre con orgullo, sino también un palmarés nacional que haría sonrojar a más de uno.

Siguiendo en el viaje, aterrizamos en Bolivia con el Real Potosí. ¿Fundador español y fan del Real Madrid? ¡Por supuesto! Samuel Blanco debió pensar: «Si Madrid tiene su equipo, ¿por qué Potosí no?». Con los colores blanco y morado, su escudo es el primo lejano del archiconocido equipo de Chamartín. Aunque, en la segunda división, siempre tienen el recuerdo brillante de su título en 2007 para iluminar el camino.

Desde el altiplano, vamos a Perú con el Willy Serrato. Ante tanto amor por el abogado Willy Serrato, ¿qué mejor idea que inspirarse en el Manchester City? Con un escudo parecido al de los ‘cityzen’, más de uno se preguntará si esos colores celestes no fueron directos de Manchester.

Y para completar este tour, el Rapid Murillo, desde La Rioja, España. Aunque suena a una carrera de coches, es un equipo que se la juega en la Regional Preferente, tomando prestado el escudo del Valencia C.F. Eso sí, le añadieron una corona al murciélago, porque si haces algo, hazlo con estilo.

Así que ya saben, si emprenden un viaje futbolístico, presten atención: no vaya a ser que confundan a uno de estos cazaescudos con el original. Al menos tendrán una buena anécdota para contar.