Así avanza el culebrón futbolero…
El Real Madrid se lanzó al Mundial de Clubes como quien va a un buffet libre con los pantalones ajustados: esperando disfrutar pero consciente de que podría quedarse sin aliento. Y al parecer, Asencio, Rodrygo y Vinicius se llevaron la ensalada del día. La afición ha puesto sobre ellos la lupa del investigador ultrafino y las calificaciones no podrían ser peores si lo hubieran intentado. En esta tragicomedia, Asencio se lleva la palma, con la peor puntuación que podría tener sin necesidad de sobornar a los jueces.
Rodrygo, el agente secreto que desaparece justo en el momento más crítico, quizá estaba practicando para un concurso de magia. Parece que jugar al escondite no era parte del plan de Xabi Alonso, que lo dejó en la banca más veces que un mimo en un karaoke. En cuanto a Vinicius, si las esperanzas pudieran medirse en metros, las del brasileño habrían llegado a la altura de una golondrina, pero al final solo llegaron hasta el bote de las galletas olvidado en el estante más alto.
Entre tanto drama digno de telenovela, Valverde, Courtois, Gonzalo y Huijsen quedan como caballeros andantes defendiendo su honor con espadas de puntuaciones decentes. Y aunque Mbappé no logró encender su cohete Gulliver, ni siquiera las obras de tráfico intestinal frenaron sus intentos. Mientras tanto, Xabi Alonso se escapa de la picota pública como un ninja con zapatos de goma, librándose del dedo acusador de la afición. ¡Ah, qué Mundial de Clubes tan inolvidable para los libros de teoría absurda del fútbol!