El drama majestuoso de Luis Enrique…

Érase una vez, un joven llamado Luis Enrique, que era el príncipe de un reino llamado Real Madrid. Pero oh sorpresa, su cuento de hadas no terminó con un «y vivieron felices para siempre». ¡Ni hablar! En realidad, fue más como un «y se fue cabreado como una mona». Como si de una telenovela se tratara, nuestro héroe decidió abandonar su castillo blanco para convertirse en la estrella rebelde del Barcelona. Como Darth Vader al revés, pero con más goles y camisetas blaugrana.

Cuando Luis Enrique aterrizó en Cataluña, los fans del Camp Nou pensaron que habían descubierto al próximo Indiana Jones del fútbol, y vaya que no se equivocaron. Se convirtió en un superhéroe con superpoderes en el campo, mientras el banquillo del Barcelona se transformaba en su cueva secreta. Y aunque su corazón siempre tuvo un letrero LED que decía «Yo amo al Sporting», hizo más de una pirueta para conquistar a los culés. Cada vez que marcaba un gol, el estadio rugía tan fuerte que se escuchaba en Plutón.

La salida de Luis Enrique del Madrid fue una película de acción con explosiones y tensión. La verdad, no se fue como habitante de un pacífico retiro en el campo. Más bien, fue como si lo teletransportaran directamente a una galaxia desconocida. Pero al final, los destinos de ensueño están llenos de vueltas y caídas, y así fue el trayecto del exmadridista hacia el equipo azulgrana. Quizás al cerrar los ojos, aún sueñe con camisetas y balones, o tal vez con el Sporting, su verdadero amor eterno.