El debutante ucraniano desafía la tradición …

Ah, la leyenda del suplente que roba el show. En el mundo de Carlo Ancelotti, las reglas son como las promesas de Año Nuevo: están para romperse. Así que, bienvenido, Andriy Lunin, titulado defensor en el escenario de las semifinales. Según la tradición, la Copa se reserva para los porteros de segunda línea, pero Ancelotti, el mago de las sorpresas, tiene otros planes.

¿Entró Lunin al campo con una varita mágica? No, pero con la destreza de un auténtico mago (ucraniano, eso sí) que impresionó a su mentor italiano durante la temporada pasada, especialmente cuando Courtois se fue de vacaciones involuntarias por una lesión, y Kepa estaba perdido en un remolino de dudas. Así que, con Mánchester y Múnich como escenarios de su genialidad, Lunin hizo sus maletas para un contrato en el Real Madrid hasta 2030. ¡Aplausos para Lunin, el prestidigitador del balón!

El guión del drama madrileño indica que la portería de Anoeta es para Lunin, cargado con más confianza que un burro en noria. Y es que el ucraniano ha sido un constante resplandor en el Bernabéu desde tiempos inmemoriales… o al menos desde la temporada 2021-22, cuando fue una estrella en ciernes en las dos primeras rondas, antes de regresar al banquillo tras un fugaz brillo contra el Alcoyano y el Elche.

Qué viaje tan salvaje es este. Ancelotti tenía sus cartas a buen recaudo, escondiéndolas como Ases en una partida de póker antes de sacar a Courtois para enfrentarse al Athletic en San Mamés. Un partido que se perdió en el último minuto, porque claro, a Ancelotti le gusta un buen drama hasta la última página.

La siguiente temporada fue literalmente un viaje al carnaval de la Copa del Rey. Con un sorteo durísimo, desde Villarreal hasta el Atlético y el Barcelona, era Courtois quien tenía el control, demostrando que el fútbol es una montaña rusa de emociones y rotaciones.

Ahora, con el telón de la Copa a punto de levantarse, y con Lunin al mando, la pregunta en boca de todos es: «¿Qué haría Ancelotti para la final?» ¿Sacaría su sombrero de mago y sorprendería al mundo con Lunin? O, ¿mantendría a Courtois, su as bajo la manga? Cualquiera adivinando necesita una bola de cristal… ¿o tal vez solo más popcorn?

Pero bueno, ya saben lo que dicen: ¿por qué escribir un guion sencillo cuando puedes tener un telenovela deportiva? Lunin está en su mejor momento, y si bien el Clásico o el derbi están en el horizonte, Ancelotti nos tiene a todos con el corazón en un puño esperando su próximo truco de magia. ¡Vayan preparando las palomitas, que esto se pone interesante!