Suárez Castrelo, el fichaje sorpresa…
Había una vez en el mundillo del fútbol, donde Real Madrid y Atlético de Madrid peleaban como perros y gatos, un joven prodigio llamado Gabriel Suárez Castrelo. Este joven decidió que era el momento de cambiar de camiseta, y vaya lío que se armó. Se sabe que el 1 de julio es como el cumpleaños del mercado de fichajes, y este año la tarta trajo sorpresas. Suárez, que estaba teniendo más minutos en el banquillo que en el césped, decidió tirar la toalla rojiblanca y ponerse la blanca. Desde diciembre, estaba más parado que una estatua en la Puerta del Sol.
El Atlético, en un alarde de «¡así no juegas más!» lo apartó porque él dijo que no quería más contratos, y vaya que lo hicieron sentir. Con 21 partidos, 1292 minutos y ocho goles en su maleta, Gabriel estaba listo para mudarse al equipo vecino. Es un poco como cambiar de cereal, de Chocapic a Frosties – un shock, pero sabroso. Ahora el Real Madrid está más contento que un niño con zapatos nuevos, incorporando a Suárez, mientras el Atlético se come las uñas, pensando «¡Vaya, ese era nuestro chico!»
Y no es el único que se muda al Santiago Bernabéu desde canteras madrileñas. También tenemos a Ares Capetana, lateral diestro que viene del Leganés como si fuera un superhéroe de cine. Quizá tenga una capa escondida en el campo. Mario Bullón, Pablo Ibáñez, Hugo Sarmiento y el sueco Leon Westin, que parecen nombres sacados de una serie de espionaje, también han decidido unirse a la fiesta Madridista. Si sigues leyendo, entenderás que solo faltan las palomitas porque esta novela de fichajes no deja de sorprender.