Peldaños y Peldañitos…

¡Ay mama, cómo juega el PSG! Esta gente no está en un peldaño por encima, ¡están en el rascacielos del fútbol! Mientras el Bayern iba trotando como si estuviera en un paseo dominical, los parisinos parecían estar en una carrera de Fórmula 1, manejando la pelota como si fuera el mismísimo trono de hierro, conquistando el campo de batalla con ese toque de magia que solo Luis Enrique sabe conjurar.

Pero el Madrid, cuidadito con el Madrid, que si sigue así algún día será el PSG. Ya se ven subiendo peldaños como si fueran alpinistas con una meta: el País de las Maravillas del fútbol. Se imaginan a esos jugadores galácticos entrenando con un balón y al mismo tiempo resolviendo cubos de Rubik; no les falta nada para convertirse en el paquete completo del fútbol europeo.

En el minuto 80, el PSG se queda con dos jugadores menos y en vez de ser ratas de laboratorio, defendiendo apretaditos el 1-0, se animan con el 2-0 como si les ofrecieran un buffet libre. Hasta Donnarumma, el portero, ya tiene un pie entre los goleadores. ¡A este paso va a ser el Jefferson Starship del fútbol! Mientras tanto, los aficionados del Madrid cruzan los dedos para que sus estrellas se contagien de tanto brillo.