Distancia épica: Barça casi se va de Erasmus al Madrid…

¡Atención, amantes del deporte y del sillón! Según las últimas estadísticas, el Real Madrid ha recorrido menos kilómetros en la cancha que mi abuela cuando va al mercado. Sí, sí, ¡vemos más actividad en un grupo de pingüinos tomando el sol! Mientras tanto, el Bayern de Múnich se ha dado una buena caminata de 125,6 km contra el Inter, como si quisieran llegar a la Fábrica de Chocolate de Willy Wonka, pero sin lograr ni una galletita como premio.

Por otro lado, el Arsenal ha encarrilado su pase a las semifinales con el vigor de un chihuahua persiguiendo una pelota gigante, dejando al Real Madrid necesitando un milagro digno de Tómbola para superar el 101,2 km que corrieron en el Emirates Stadium. El Barcelona, en cambio, corrió 117 km contra el Dortmund como si en la meta les esperara una paella de campeonato, sellando un jugoso 4-0 a favor. ¿Será que correr es la nueva receta secreta de la abuela?

El debate está servido: ¿Es mejor correr como si te persiguiera un toro o como si fueses un koala bien alimentado? El Madrid, en su típica estrategia de «salvemos energías para después», parece preferir correr poco pero golpe fuerte. Con el Bayern dejándoles atrás, ya está claro que a menos que tengan algún imán para atraer el balón, la distancia quizás no sea tan influyente siempre. Habrá que preguntarse si es cuestión de piernas, pies, o quizás de ese fútbol cerebral tan mágico como el teletransporte que sólo funciona a ratos.