La tragicomedia de un mánager en EA SPORTS FC 25…

Ah, la vida de un mánager digital del Real Madrid… Decidí ponerme el chándal, ajustar mi gorra de director técnico y empezar una nueva temporada en EA SPORTS FC 25. ¿Qué podría ir mal? Pues, básicamente, todo. Para darle un toque inesperado, mandé a nuestro querido Vinícius Jr. al banquillo y, por algún motivo, que varió entre la locura y la genialidad (más lo primero que lo segundo), intenté jugar sin fichajes… así empezó mi caída libre hacia el caos.

Confiando en los poderes galácticos de un tridente compuesto por Mbappé, Rodrygo y el joven Endrick, ¡hasta llegué a mantenerme a 4 puntos del Barcelona en la primera vuelta! Pero claro, Vinícius comenzó a oler el banquillo como un lobo hambriento y, con suficiente mal humor como para derretir un cono de helado, pidió salir del equipo. «Debe ser un error», me dije. Pero no, lo vendí… ¡para fichar a un lateral derecho! Porque en mi mente retorcida, eso parecía lógico en ese momento.

Vinícius se fue, pero como aquel vaso roto que nunca pegaste bien con superglue, todo se desplomó. Tan rápido como cayeron mis esperanzas de levantar la Champions, mi equipo quedó tendido en una camilla narrativa digna de una telenovela. Perdí Liga, me quedé fuera de la Copa del Rey, y la Liga de Campeones… bueno, fue un adiós rápido en semis. En un mix de decisiones dignas de un genio del caos y tactismo de bolsa de papas, aprendí algo: nunca subestimes el poder de la banca… especialmente si ahí se sienta Vinícius.