Siguiendo el camino futbolístico de papá…

La dinastía Marcelo sigue dando patadas a la fama. Tras un apasionado «hasta la vista, baby» al fútbol profesional, el brasileño ha delegado su legado a sus mini-Metzelder en el Real Madrid. No contento con dejar un hijo, nos ha regalado dos, sí, ¡dos! prodigios en la parrilla de salida merengue.

El primogénito, Enzo, ya lleva un tiempo haciendo malabares con el balón en el Cadete A y ahora, el pequeño Liam, de solo nueve años, ha saltado a la fama incorporándose al Benjamín A. Es como si los genes brasileños hicieran abonos de temporada en el césped blanco.

Marcelo, que una vez fue un joven rebelde peludo aterrizando en Madrid, ahora observa desde las gradas, probablemente afilando tácticas y repartiendo consejos paternos estilo “¡Arriba, abajo, izquierda, gol!”. Entre homenajes en el Bernabéu y domingos familiares con la leche chocolatada, está claro que en casa de los Marcelos, las botas nunca se cuelgan, solo pasan de pie en pie.

Así que, mientras nosotros intentamos recordar la clave del WiFi, los hijos de Marcelo están ocupados conquistando «La Fábrica», soñando con goles en el Santiago Bernabéu y convencidos de que todo esto es solo el calentamiento. ¡Dale fuerte, Liam!