La odisea del jugador invisible…

Mariano Díaz, nuestro espartano favorito de Premiá de Mar, ha contado entre lágrimas (¿o risas?) en ‘Los Amigos de Edu’ que quedarse en el Real Madrid fue más épico que Carmen Martínez-Bordiú en su salsa. ¡Y no por las codiciadas ofertas lucrativas de Qatar, Arabia y Disneylandia, sino por un tema deportivo! Admitámoslo, familias enteras vacían sus alcancías para un selfie con el metafórico hombre invisible de siete goles en cinco temporadas. Quizás Mariano buscaba ver cómo se siente no ser el protagonista ni en su propia telenovela.

El delantero también compartió con Aguirre, no Javier sino Edu, que sus queridos padres y un abuelo crack retirado construyeron este camino de lamentos. Glorioso en su debut en el Celta en 2016 y más ocupado que Gollum en busca de su precioso durante sus 70 apariciones, Mariano, con dedos al cielo, le dedica no golazos sino gestos a su abuelo madridista. ¡Porque si no te ve jugar el abuelo desde el palco celestial de Chamartín, tú no juegas!

El Madrid le abrió nuevamente las puertas tras su aventura gala en Lyon, donde logró más goles que ideas para nuevos locos episodios de telenovelas. Y todo por el módico precio de 22 millones. Que sí, Mariano, que a veces ser espectador de lujo es todo un sueño, aunque a veces sea el sueño fugaz de un siesta. Pero al fin y al cabo, ¡quién diría que la banca del Bernabéu tiene el asiento más buscado del mundo!