De dejar la raqueta a hacer magia en River…
Dicen que la resiliencia es la capacidad de adaptación suprema, pero creo que es una palabra inventada para parecer más listos. En realidad, se traduce a eso que hizo Mastantuono: un salto más grande que los de Superman sin moverse de un campo de fútbol. Este chico aparcó la raqueta de tenis y su canal de YouTube como si estuviera decidiendo entre pasarse a Netflix o a HBO, y terminó en las inferiores de River cuando todos esperaban que lanzara el primer video de «Top 10 goles de rabona».
Imagina que tu padre no solo te enseña a jugar al parchís, sino también a esquivar defensas en un campo de fútbol. Pues esa fue la vida de Franco, quien antes de deslumbrar en River, pateaba balones en el equipo de su papá como si fueran de chicle. El chico pensaba que estaba solo jugando al FIFA en 2017, pero en 2021 se volvió tan bueno que el juego decidió necesitar una actualización por su culpa.
Pero espérate, que en 2024, en lugar de celebrar su graduación de instituto, Franco se estaba ganando un puesto en el primer equipo de River, encantando al público como si diera conciertos de reggaetón. ¡Eso sí que es velocidad meteórica! Y todo esto con la tranquilidad de un monje tibetano. Ahora, con 17 añitos, ha caído en el Real Madrid como un cometa, mientras todos intentan averiguar si sus tiros libres los practica en clases de física cuántica. ¡Sin duda, Franco Mastantuono promete ser el héroe que todos esperaban, pero que River nos robó y el fútbol deslumbra!