El joven astronauta del fútbol argentino llega a la galaxia blanca…

¡Atención, atención! ¡Tenemos un nuevo fenómeno en el planeta fútbol! Franco Mastantuono, con solo 17 añitos, ya se codea con la jet-set futbolística. Es como si en vez de un balón, hubiera nacido con una varita mágica en los pies, haciendo trucos que ni un mago con 20 conejos sería capaz de igualar. ¡Ha conquistado a Argentina, River Plate y ahora va tras el trono del Real Madrid! Pedro González, el Sherlock del balompié, recuerda el primer día que Franco le deslumbró: «¡Menuda inteligencia! Era como si jugara al ajedrez en medio de un partido», recuerda Pedro, todavía con la baba colgando.

Nuestro ojeador, armado con su lupa futbolística y su gorra de plato, nos asegura que Mastantuono está más listo que un ratón con diploma. «No es normal alguien así de joven en el fútbol top», comentó mientras acariciaba una foto firmada del muchacho. Pedro está convencido de que el Madrid será el jardín donde crezca este capullo floreciente. «Tiene más tranquilidad que un monje tibetano en clase de yoga», dice, convencido de que Mastantuono no es de este planeta.

Además, nuestro joven Rodolfo Valentino del césped es comparación habitual con Claudio Echeverri, otro precoz genio importado desde la cantera argentina al caos europeo. Pero no teman, que Franco aún tiene mucha tinta en su pluma y está preparado para escribir su historia al lado de los grandes. En el Madrid y Argentina, se espera que invente la jugada del siglo mientras come churros en la Plaza Mayor. Porque, si Franco no llega a ser estrella, es que los futbolistas vienen de otro planeta.