Entre pitos y flautas, el dilema arbitral…
¡Ay, Mateu! El hombre que muchas veces fue rey del silbato decidió colgar los botines para convertirse en filósofo de los micrófonos. Parece que Mateu Lahoz intentó poner orden como si estuviera silbando en pleno estadio Bernabéu. Frente a la tensión que podría cortar con un cuchillo de plástico entre el Real Madrid y el CTA, nuestro héroe dijo que «ayer no era el momento»… ¡Como si hubiera un momento perfecto en la vida arbitralmente celestial!
Con el Real Madrid pensando en boicotear más finales que en ganar títulos, Mateu aprovechó el momento para darnos una lección de vivir en el presente. ¡A lo zen! Él dijo, «este es el partido más bonito de todos los tiempos», un comentario digno de alguien más relajado que un entrenador de ping-pong en la playa. Según él, todos en la «industria del fútbol», una frase que suena tan seria como un examen sorpresa de matemáticas, deberían unirse y cantar kumbayá en lugar de lanzarse los balones como proyectiles.
Mateu nos dejó un claro mensaje digno de un poeta de la cancha: «el fútbol es preocupación de todos» y, para él, los tiempos de las reuniones de comisiones son más largos que un partido con prórroga y penales. Sin embargo, no podemos olvidar su emotivo deseo: ¡que dejen a los jugadores pensar en fútbol y no en drama de salón antes de un partido! Con esa verborrea, Mateu Lahoz volvió a marcar otro gol fuera del campo, dejando a todos esperando que en los partidos futuros las únicas lágrimas sean de alegría y no por tarjetas rojas.