El francés se lleva el trofeo de las Cinco Estrellas…

¡Atención, planeta tierra! Kylian Mbappé ha sido coronado como el Jugador Cinco Estrellas del Real Madrid. Un momento tan reluciente que ni un triunfo en el Festival de la Osa Polar lo podría opacar. Nuestro protagonista, con la puntería de Robin Hood en un partido de dardos, se llevó el Pichichi y la Bota de Oro tras su primer paseíto por el Santiago Bernabéu. «Estoy muy feliz aquí, he aprendido español tan rápido que a Paella le da vergüenza ser tan española», confesó con una sonrisa de oreja a oreja.

Pero el circo no se detiene aquí, amigos. Mbappé, tan ambicioso que si fuera un sandwich ya estaría pidiendo repetición, ahora ansía conquistar el Mundial de Clubes en tierras yankees. «America, prepárate para el espectáculo del siglo», exclama, seguro de que hasta las hamburguesas lo estarán alentando en el estadio. «Esta será nuestra primera vez, y como cualquiera en su primera vez… ¡queremos el oro!», añadió con ímpetu, soñando ya con una estatua suya al lado de la Estatua de la Libertad.

Siempre agradecido y a lo grande, Mbappé no olvida a aquellos que han votado por él como el Jugador Cinco Estrellas. Nos prometió no convertirse en una constelación de vanidades y seguir siendo el modesto gigante que ha aprendido a ser. «Gracias a todos los madridistas que creyeron que tengo más estrellas que la Vía Láctea», fueron sus últimas palabras, antes de retirarse galopando en su unicornio blanco hacia el entrenamiento.