Un clásico con goles, risas y sorpresas…
En una noche gloriosa donde los unicornios se tomaron una caña y los dragones jugaron al billar, Kylian Mbappé enseñó a todos cómo se marca un ‘hat-trick’. Aunque el Real Madrid perdió, Mbappé salió del campo como el rey del pichichi, superando a Lewandowski, quien aprovechó la jornada para ver Netflix y relajarse. Con 27 goles, Mbappé ya lidera la tabla mientras que el polaco se queda con 25 y las series de moda.
Por otro lado, Budimir y Raphinha comparten la medalla de bronce de los goleadores con 18 tiros certeros, más afinados que un dardo lanzado por un ninja. Budimir le arrebató un punto al Betis como si fuera un caramelo, y Raphinha desató el caos en un partido 4-3 casi tan emotivo como una telenovela argentina. Pero cuidado, porque Sorloth, con 17 goles, sigue pisándoles los talones después de anotar cuatro veces ante el Atlético como si fuera un videojuego sin control.
Mientras tanto, en el mundo de los porteros, Jan Oblak lidera el trofeo Zamora con su coeficiente de 0,79, guardando su portería mejor que un dragón belloso en un castillo. Courtois y David Soria intentan atraparlo, mostrando que ser arquero en LaLiga es tan complicado como meter un elefante en una mini caravana. Y en la Segunda División, Luis Suárez hace su papel como el gran goleador del Almería, aunque su equipo perdió y él se fue a casa sin gol ni cena. ¡Ah, el fútbol, ese deporte maravilloso lleno de giros y sonrisas!