El regreso más esperado después del fin de la siesta…

¡Atención, terrícolas del fútbol! Nuestro héroe galáctico, Mbappé, ha resurgido del abismo que solo puede causar una gastroenteritis del tamaño de un agujero negro. Tras una semana en la que la plantilla del Real Madrid estuvo tan tranquila que un pinsapo hubiera pasado desapercibido, el astro francés vuelve al campo con más energía que una pelota cuando tiene un soplido de Messi detrás.

El misterioso enemigo llamado gastroenteritis lo dejó fuera de combate más tiempo que un rodaje de Matrix. Hospitalizado cual estrella de rock con indigestión, Mbappé tuvo que saltarse dos partidos y una buena dosis de fotos oficiales. Ahora, cual Fénix que se levanta de su plato vacío, regresa justo a tiempo para enfrentarse al Salzburgo. Sus botas apuntan a marcar tantos goles, que el marcador tendrá que pedir refuerzos.

En tanto, el equipo blanco se alista para jugar en Philadelphia. Mbappé, aún con las tripas más revueltas que una batidora, entrenó tímidamente bajo el rayo del sol americano. No apareció ni en las selfies con Florentino, pero asegura que su estómago de acero está listo para el Buffet Mundial de los Clubes. ¡Agarraos los cinturones que viene la furia francesa!