Un control antidopaje digno de película…

Imagínate esto: el Real Madrid es como un coche familiar haciendo un road trip, pero se les olvida el niño en la gasolinera. Esto fue lo que le pasó al héroe del balón, Mbappé, después de ganarle al Borussia Dortmund. Mientras la plantilla blanca subía al autobús como una familia de pingüinos siguiendo al líder, Mbappé se quedó rezagado tras ser abordado por agentes antidopaje con la insistencia de vendedores de enciclopedias. ¡Habrá que ver si revisaron hasta la última gota de sudor!

El tiempo pasaba y los chicos de blanco ya iban en camino al aeropuerto soñando con playa y palmeras sonrientes. Mientras tanto, nuestro colega Kylian saludaba a la prensa como si fuera un rey en su propio desfile, solo que este desfile seguía atrapado en el MetLife Stadium. Finalmente, el estadio le dio la libertad y salió escoltado por una flota de coches que bien podría haber sido una escena de Fast & Furious… ¡solo que a velocidad normal!

Y en el autobús del Madrid, la diversión no faltaba. Xabi Alonso parecía estar susurrando secretos dignos de espías a Rüdiger, como si estuvieran planeando un robo a gran escala al estilo de Ocean’s Eleven. Mientras, Vinicius y Militao jugaban a ser invisibles para los paparazzi, abandonando al pobre Rodrygo a las cámaras como si fuera un maniquí en rebajas. Todo un espectáculo donde hasta Bellingham sacó su bolsa como si fuera un trofeo nostálgico del Borussia; parecería que lo único que faltó fue un par de palomitas para disfrutar del show completo. ¡Ah, el drama del fútbol moderno!