Kylian y su colección de rojas extraterrestres…

Pues algo debe tener el color rojo que a Kylian Mbappé le atrae como un toro a un pañuelo en la plaza, aunque en este caso los toros son árbitros, y no llevan capa, sino una camiseta ajustada y un silbato dispuesto a disparar tarjetas como si fueran confeti en una fiesta. El último episodio de su ‘telenovela roja’ llegó ante el Alavés, cuando hizo una entrada digna de karateka en un curso avanzado sobre las tibias ajenas, símbolo de su cuarto capítulo de expulsiones galácticas.

Antes de este numerito en el Santiago Bernabéu, nuestro conductor de la alfombra roja ya había circulado por el festival del fútbol en París como protagonista de tres cortos del mismo género. ¿Recuerdas su debut en el celofán con el PSG? Fue frente al Nimes en la temporada 18-19 donde decidió hacerse pasar por Hulk y empujó a un rival como si quisiera abrir una piñata humana. El árbitro, sin perder el tiempo, le regaló su papel estelar: la tarjeta roja.

Luego, al Rennes la cogió cariño, como cuando repites plato en el bufet libre. En la Copa de la Liga 17-18, Mbappé estuvo tan metido en su papel que dejó su marca en el gemelo de un rival. ¡Qué manera de dejar huella! Después en la final de la Copa de Francia 18-19, probó una técnica ninja a la altura de la rodilla, porque claro, ¿quién no quiere terminar en grande? Así el Rey del Sprint sigue ampliando su colección de rojas, como si se tratara de trofeos invisibles en una estantería cósmica.