La misteriosa conexión perdida…

¡Agárrate que vienen curvas! Resulta que Kylian Mbappé y Vinicius Jr., esos dos torbellinos del Real Madrid, parecen más dos imanes del mismo polo que mejores amigos. Al juntarse en el campo no hay chispas de colaboración, más bien parece que alguien apagó el router en pleno streaming. Cuando no comparten cancha, sus habilidades resplandecen como las del mismísimo Oliver Atom. Pero al parecer, cuando están juntos, el balón decide hacerse el sueco y cambiar de dirección.

Dicen las malas lenguas que al juntarse les pasa como a los calcetines en la lavadora: desaparecen sin dejar rastro. Y es extraño, porque cuando uno no está, el otro se convierte en Flash, volando sobre el césped y mareando a los rivales. Sin embargo, juntos parecieran tener el síndrome del artista introvertido en una clase de baile de salón.

Eso sí, ni la magia del VAR puede capturar el fenómeno. Moraleja para Ancelotti: mejor dejar que Mbappé y Vinicius trabajen en solitario, como los agentes secretos más alocados del fútbol. ¡Cada uno con su misión y todos contentos! Que sigan siendo más El Coyote que el Correcaminos… pero separaditos.