El serbio y su sueño de merengue…

¡Atención, terrícolas amantes del fútbol y del chismorreo! Sergej Milinkovic-Savic, el Pinocho del balón que quería ser de madera blanca, soñó con vestir la camiseta del Real Madrid como quien sueña con encontrar su calcetín favorito. Pero, pese a correr más que un perro persiguiendo su propia cola, al pobre no le sonó ni el politono del enésimo Nokia desde Chamartín. Pobre Sergej, ¡tómate un colacao que al menos eso no decepciona!

Nuestro héroe serbio hizo que los radares madridistas pitaran en 2018 como si un ovni hubiera aterrizado en el Bernabéu. Pero, aunque soñadores de igual calibre, Juventus, PSG, Manchester United y Milán también desearon su compañía para jugar al parchís cada verano, ni siquiera con una maleta de 150 millones él salió de la Lazio. Ah, y cómo olvidarlo, el maestro Claudio Lotito, que lo vigilaba más que un gato a un ratón, ¡vaya personaje a lo James Bond! Pero no, amigos, Sergej no cambió paisajes urbanos hasta que más de 300 luchas en Roma le hicieron grande, en tamaño y nobleza.

Y como en un giro inesperado de cualquier telenovela, en 2023, ¡zas!, Sergej se marcha a Arabia con el Al-Hilal. No sabemos si en la maleta llevaba aceite de oliva o una camiseta de descanso, pero se lo rifaron por 40 millones de euros, unas perras para ellos, unos muchos para el resto. Eso sí, los caminos de la vida y del fútbol son infinitos como un buffet libre, y en 2025 el destino tiene fiesta preparada cuando enfrente al Al-Hilal con el Real Madrid en un Mundial de Clubes. ¡Qué siga el espectáculo, camaradas del balón!