Una caminata de montaña, pero con glamour…

Eder Militao, tras demostrar que conquista más que defensas, ahora va a por la sierra madrileña. Y no, no le han visto buscando trufas. Con la misma calma con la que un gato observa un ovillo de lana, Militao progresa en la recuperación de su rodilla, y no lo hace solo: le acompaña Jaime Salom, fisio del Real Madrid, que parece estar inventando un nuevo deporte, el senderismo terapéutico.

En su última expedición, se le vio a Militao por el Monte Abantos, probablemente buscando dónde Rubens se inspiró para pintar a un viejo conocido, El Escorial. Acompañado de su incansable fisio y su novia, el brasileño se puso retos como mejorar su propiocepción (esa palabra que a todos nos suena a hechizo de Harry Potter), todo ello mientras sus rodillas se preguntaban por qué este chico nunca toma atajos.

Salom, seguramente tras tomar una bocanada de aire fresco en la cima, resumió la experiencia mejor que cualquier filósofo: «Los pasos pequeños siempre te llevan lejos», dejando claro que ni una de las mejores defensas del mundo puede resistirse a un buen paseo. En el club blanco están tan tranquilos que si fichan a otro central, será por moda, no por necesidad.