Luka se calza las botas y el traje de inversor…

Imagina a Luka Modric, el mago del balón, con un pie en el césped del Bernabéu y otro en el despacho de un club galés. Es como ver a Harry Potter usando una varita en una mano y manejando una calculadora en la otra. ¡El croata ha decidido que puede hacer malabares entre ser un gladiador del Real Madrid y un magnate del Swansea! Aunque su corazón aún late por el equipo blanco, parece que no se olvida de invertir su magia en Gales.

El plan de Modric suena estrafalario, como intentar colar a un dragón en la Premier League, pero tiene sentido. Después de todo, el Swansea ya ha tenido su toque de glamur español con iconos como Michu y John Benjamin Toshack con su brío destacando en la élite. ¿Será Modric quien lleve a los cisnes a levantar vuelo de nuevo? Quizás en su próximo pase de mágico talento logre que Gales sea conocida por algo más que ovejas y buen rugby: fútbol, ¡claro está!

Por ahora, Modric sigue soñando con camisetas merengues y estirados himnos croatas. Pero sin duda, cuando cuelgue las botas para siempre, podrá convertirse en el emperador de un reino galés donde los balones rueden como manzanas en otoño. Hasta entonces, su manto blanco del Madrid sigue siendo su talismán, mientras gesta planes de conquista en los despachos del Swansea.