El croata cambiaría el blanco por el rossonero…

¡Agárrense a sus asientos, que se viene el culebrón del año! El maestro del medio campo croata Luka Modric podría estar aterrizando en Milán en un abrir y cerrar de ojos. Directamente desde las oficinas de la telenovela futbolera, los medios italianos aseguran que Modric ha dado su OK, su SÍ, y hasta su «Va bene» para unirse al club de los rossoneri. Como quien dice, ya tiene medio pie con una de esas botas que parece sacada del futuro dentro del vestuario milanista.

Esto es como la espera del paquete más importante del año, solo queda por ver si será en 24 o en 48 horas cuando la estrella mudará su esmalte blanco por el distintivo rojo y negro. Con Allegri de regreso cual fenómeno astrológico que sucede cada década, el Milan está más motivado que un pingüino en un tobogán de hielo. La estrategia es clara: cambiar el motor del mediocampo con Modric como nuevo chambelán del rondo rossonero.

Y por si fuera poco, Modric tendría un sueldo de 3,5 millones netos, bastante para llenar su despensa de risotto y espaguetis sin fondo. Un contrato de un año, liderando a un equipo que ya no persigue la gloria europea esta temporada, pero sí la pasta. Sería el movimiento de un verdadero dandy del fútbol, haciéndonos soñar con un final de mercado que ni en los mejores episodios de una serie italiana. ¡Solo falta descubrir si llevará la pizza o la paella a las ruedas de prensa!