El croata dice adiós al Madrid…
Cuando Luka Modric llegó a Madrid en 2012, más de uno pensó que venía a jugar al mus con Florentino. Pero no, el mago croata se apuntó a coleccionar trofeos como quien colecciona cromos de futbolistas. Hoy, después de once años moviendo el esférico como si fuera un mago con un balón invisible, sigue luciendo su colección de 28 trofeos como un niño en una tienda de golosinas de 28 pisos.
Nuestro héroe made in Zadar llegó por solo 35 millones de euros, una bicoca que haría llorar de envidia al mismísimo Mercadona. Su lista de trofeos parece más larga que una cita con el dentista: 6 Champions League que levanta como si fueran libros de texto, 5 Mundiales de Clubes que podrían formar su propio planeta, 4 Ligas, 5 Supercopas de Europa que podrían usarse como platos de fiesta, 2 Copas del Rey y un montón de Supercopas de España. ¡Ah, y que no se nos olvide esa misteriosa Copa Intercontinental de la FIFA!
Su primer número fue el 19, porque el 10 estaba ocupado por jugadores con menos pelo, pero tan resultones como Özil. Sin embargo, no fue hasta 2017 que el 10 cayó en las mágicas manos de Modric, perfecto como un 10 en un examen de matemáticas. Y seamos honestos, su camisa con ese 10 es tan icónica como la capa de Superman. Todavía puede sumar su trofeo número 29 en el próximo Mundial de Clubes. Quién sabe, quizá se haya sacado airfareRider para tanto viaje transatlántico. ¡Bon voyage, Luka, el planeta fútbol te está eternamente agradecido!