¿MiniRodri o Nico-llave secreta contra el Madrid? …
La derrota en el Bernabéu dejó a más de un seguidor del City mordiéndose las uñas, y no precisamente por prognosis astrológica, sino porque Pep Guardiola sufre ahora del síndrome del ‘MiniRodri’. Después de la goleada al Newcastle que dejó a los ingleses tan confundidos como si estuvieran jugando al cricket en lugar de fútbol, Nico González parece tener la clave para descifrar el enigma blanco.
«Jugar bien no es sólo cuestión de magia, ¡es el arte de ser Pep!», afirmó un Pep Guardiola en su máximo esplendor filosófico después del contundente 4-0 al Newcastle, mientras intentaba convencer a todos de que la llegada de aliens no tuvo nada que ver con la brillante actuación de sus chicos. Entre el “festival de pases” de Nico y las deslumbrantes jugadas como si fueran coreografías de un musical en Broadway, Pep ya está barajando sus cartas para el ‘súper clásico’ en el Bernabéu.
El joven ex del Barça, Valencia y Porto, casi se convierte en un holograma de Rodri, con sus 103 pases convertidos en pura poesía futbolística y un porcentaje de aciertos que ni Einstein en sus mejores cálculos lograría. Su actuar en el campo hace recordar a los más nostálgicos de cuando Pep tenía la cabellera completa.
Con apenas 23 añitos y más ilusión que un niño en vísperas de Reyes, Nico no sólo se perfila para encabezar la fila de magos en el Bernabéu, sino que además, en un acto de valentía digno de títulos de películas épicas, ¡corrigió hasta a Haaland en pleno partido!
Este fenómeno mediocampista que juega tanto de ‘6’ como de ‘8’ es, según su entrenador, un ‘miniRodri’ – eso sí, en los duelos, porque en otros aspectos Rodri sigue siendo el ‘Godzilla’ del centro del campo. Pero, querido lector, uno no puede evitar soñar con ver a este prodigio calzarse las botas, no para repartir croissants, sino para conquistar Madrid a pase limpio.
Un Pep nostalgioso reconoce que intentar traerlo desde la cantera del Barça fue todo un viacrucis, y al final el destino lo llevó por una ruta muy pintoresca que incluyó paradas en Valencia y Oporto. Sin embargo, hoy está claro que el universo Pepiano tiene un nuevo planeta en su órbita, uno que podría girar 180 grados en el Bernabéu.
Mientras tanto, Nico, con la habilidad de dejar paralelas y comparaciones con su legendario padre Fran en la olvidotea de los quejidos, busca escribir su propia epopeya. Este joven cerebro del fútbol tiene la determinación de transformar a su cotidiano progenitor en “el padre de Nico”, para orgullo y sorpresa de los más nostálgicos.
Así que haced sitio, la revolución ‘miniRodri’ ha llegado y no tiene intención de pedir permiso para irrumpir en nuestros corazones madridistas. Pep Guardiola y sus hábiles juglares podrían estar tramando algo que, ni más ni menos, el Bernabéu entero no verá venir. Prepárense para un espectáculo digno de la mejor ópera, con Nico al timón.
¡Ah, y que comience el juego en el Bernabéu!