Capitán de la Real Sociedad sobre los insultos…

En una noche que debía ser de puro fútbol, la semifinal de la Copa del Rey en el Reale Arena se convirtió en un inesperado concurso de improperios. Un sector de la grada, en un arrebato de creatividad cuestionable, optó por corear «muérete» a Raúl Asencio. Pero la guinda del pastel fueron unos gestos racistas hacia Vinicius, que obligaron a detener el partido. Mikel Oyarzabal, capitán de la Real Sociedad, comentó con cara de «madre mía, qué vergüenza» en Movistar +: «Esto no es un karaoke para ser villanos de Disney. Los insultos no son el camino, muchachos. Menos gritos y más alegría», declaró el donostiarra después del partido. Asencio, que debió sentir que el estadio era más un aula de guardería que un campo de fútbol, fue sustituido al descanso. Ancelotti, con la serenidad de un tío que ha visto de todo, aclaró en rueda de prensa que el cambio no era por motivos tácticos, sino para proteger a nuestro querido Asencio de futuros coros desafinados. “Vinicius avisó al árbitro, y se hizo lo correcto. A nadie le gusta un ‘muérete’ como serenata”, comentó Ancelotti con un suspiro de «otra vez no». En cuanto al partido, Oyarzabal, con cierta resignación en la voz, analizó: «Nos han faltado unos cuantos goles, pero oye, hemos tenido nuestras chances. El fútbol es así; un día te honra y al siguiente te hace un caño. Aún queda la vuelta y, por ahora, no perdemos la fe ni el ritmo del baile», concluyó con ironía el capitán txuri urdin en Movistar +.