Una final a lo Hospital Central, sin sanciones…
¡Atención, fanáticos del drama balompédico! Real Madrid y Barcelona llegan a la final de la Copa del Rey con más jugadores en la enfermería que en el campo de juego. Tan emocionante como un episodio de ‘Hospital Central’, la lista de ausencias podría ser digna de una novela por entregas. Y ojo al dato: nadie se pierde la fiesta por tarjetas. Claro, porque las dolencias físicas han decidido hacer acto de presencia como si de un virus informático se tratara.
El Real Madrid parece haber cambiado su tradicional camiseta blanca por batas de hospital. Carvajal y Militao están de vacaciones forzadas, y Camavinga, después de una rotura tan dramática que podría haber salido de una telenovela, se nos cae de cartel. Y ojo que la presencia de Mbappé ha estado en el limbo tras salir magullado contra el Arsenal. ¡Menos mal que el mago del goteo podría aparecer! Mientras, Mendy y Lunin parecen más preparados para contar cuentos en el banquillo que para entrar en el once inicial.
Por su parte, el Barcelona llega cojeando tras la baja de Lewandowski, a quien un tropiezo frente al Celta le dejó fuera de combate. Ter Stegen vuelve a la palestra tras su recuperación en la Casa de los Malheridos, rodeado de Bernal y Casadó, cuyo regreso parece más improbable que el de David Hasselhoff a ‘Los vigilantes de la playa’. Entre tanto, Balde también se une al club de los pacientes con su músculo femoral actuando de rebelde sin causa. Y mientras ambos equipos sueñan con saber quién sucederá al Athletic en lo más alto del podio, un ejército de fisioterapeutas se prepara tras las líneas para el verdadero enfrentamiento: una batalla épica entre gasas y esparadrapo.