De lesión a subida al Olimpo…

¡Atención, superfanáticos del fútbol! Paulinho, nuestro superhéroe a tiempo parcial, ha llegado al Mundial equipado con su capa y una pierna renqueante. Este muchacho del Palmeiras, nacido en Río de Janeiro en el año de la buena suerte (2000, obvio), fue fichado por 18 millones y lleva una misión clara: jugar 15 minutos y ¡resolver! Sí, amigos, juega menos que el escritorio de tu abuelo pero cuando lo hace, redefina la palabra ¡impacto! Sale en el 55′ contra el Inter Miami y transforma un 2-0 en una épica remontada, desafiando las leyes del tiempo y el espacio.

En octavos, contra Botafogo, el ‘Plan Paulinho’ se reactivó. Corría el minuto 100 cuando decidió despedirse estratégicamente del ataque rival con un cañonazo que dejó a más de uno buscando la brújula. Entró como reemplazo y, con el toque mágico de un ilusionista que se mide en escalas ‘chauvinísticas’, firmó un golazo. ‘El arquero’, como lo apodan – porque dispara flechas como Cupido enloquecido – se retiró tras firmar su obra con una sonrisa y algo de dolor. «Pedí salir», dijo, porque incluso los superhéroes necesitan, a veces, una cama mullida y un chocolate caliente.

No olvidemos que nuestro amigo Paulinho es un viejo conocido de Vinicius, con quien se enfrentó en su infancia de gladiadores del césped. ¡Oh, sí! Rompió corazones y defensas mientras Vinicius seguía gritando gol. Con escala en Europa y flechazo incluido en el debut del mismísimo Xabi Alonso, Paulinho está de regreso en su Brasil natal, lanzando flechas doradas que valen su peso incluso más que el oro de los JJ.OO. ¡Con él, nunca te vas a aburrir! Quién pudiera rendir al 30% en sus mejores días y ser intocable. ¿Qué será capaz de hacer al 100%? Esto, querido amigo, ni Nostradamus lo habría adivinado.