El último vals en el banquillo del Castilla…

El mítico Raúl González, que para algunos es casi tan legendario como Santa, dirigirá hoy su último partido al frente del Real Madrid Castilla. Con lágrimas de cocodrilo, el equipo se lanzará al campo contra el Alcoyano, justo antes de que se hagan las siete de la tarde, para intentar agarrar el trofeo menos glamuroso del fútbol: ser el mejor filial de su grupo. El premio seguramente no tendrá ni brillos ni purpurina, pero oye, es mejor que quedarse solo con una palmadita en la espalda.

El Castilla ha jugado esta temporada una especie de montaña rusa emocional en el parque de atracciones de las lesiones. La primera vuelta del campeonato fue digna de una tragedia griega, con el equipo de Raúl arrastrándose como si tuviera los pies atados con bolsas de cemento mojado. Pero no todo fue un espanto; cual Ave Fénix en botas de fútbol, el equipo reaccionó y peleó por el ascenso hasta quedarse con un trozo de la tarta.

El sol se ocultará no solo en El Collao, sino también en la era de Raúl en el Castilla. Tras seis años y justo 208 partidos, con estadísticas que podrían llenar un libro aburrido, el carismático técnico dirá adiós. Arbeloa tomará las riendas del plantel como si fuera la continuación de una telenovela, prometiendo que continuará la búsqueda del ascenso no logrado. ¿Logrará Raúl una despedida emotiva o el balón estallará en carcajadas? ¡Pronto lo sabremos!