¡Los blancos rompen récords… de caídas!…

El Real Madrid se ha transformado en un capítulo de los Hermanos Marx, pero en el Bernabéu. ¡Once derrotas, once! Lo normal sería que plancharan camisetas, pero no, están planchando partidos. Ancelotti parece más capitán de un barco pirata empeñado en buscar el tesoro de las derrotas. Un día te tropezas un pie, otro día contra un iceberg llamado Arsenal, y así van, construyendo su propia colección de desastres.

Parecía que con dos derrotas en la temporada pasada eran como mantener el récord del récord Guinness para trompos en la pista, en cambio, ¡ay qué sorpresa!, ahora las derrotas crecen como setas. Cada partido es una nueva aventura en el mar del «a ver quién tropieza más veces sin levantarse». Y pensar que el año pasado el mayor problema era decidir si Ancelotti lucía más el bigote al viento o elegante en la Copa del Rey.

Por si fuera poco, el Arsenal les lanza otra palmadita en la espalda y dice: «No os preocupéis, chicos, hay camisetas para todos en semifinales… menos para vosotros». ¡Cómo añoran aquellos días en que una derrota era tan rara como encontrar un aficionado del Betis en un bar de Sevilla que no protestara por el árbitro! La Liga se parece ahora a un sherpa, muy por encima y el Madrid escalando con cuerdas flojas. Pero aún tienen tiempo; ¡que la liga se gana también en el segundo acto, cuando ya van perdiendo 2-0! Si no, siempre queda el récord de derrotas del siglo XXI por conquistar.