La montaña rusa del fichaje de Ouazane…
El Real Madrid ha jugado una partida de ajedrez ttanquilo con el fichaje del joven marroquí Abdellah Ouazane para, al final, terminar en tablas. El centrocampista de 16 años, que estaba más preparado que un estruendo de tambor en carnaval para unirse al Juvenil A o al Castilla, no va a calzarse las botas merengues esta temporada. Los doctores del Real Madrid, en un giro más inesperado que un penalti de Panenka, detectaron en los exámenes médicos problemas que los han llevado a frenar el fichaje, dejándonos con más preguntas que respuestas, como si de un episodio intenso de misterio se tratara.
Este joven marroquí, coronado MVP de la Copa África Sub‑17, había dejado más ilusionados a los aficionados de Valdebebas que una porción gratis de pizza en días de partidos. Ouazane, un genio del balón nacido en Ámsterdam, tenía un billete directo a los campos del Real Madrid, y todo apuntaba a que sería una promesa bronceada al sol de España. Este fichaje sin coste alguno parecía un verdadero chollazo para el club blanco, pero como buen culebrón futbolero, ha dejado al club y a los fans con la miel en los labios.
Para añadir más drama al asunto, su hermano Zakaria Ouazane también ha tenido que guardar las maletas. El delantero que parecía listo para unirse al Real Madrid C, ahora regresa al Ajax para planchar su camiseta naranja otra vez. Así que, Madrid se queda sin los driblings de los Ouazane, y ambos hermanos vuelan de vuelta a los Países Bajos, tal vez a desarrollar su magia futbolera como si fueran los nuevos Simon y Garfunkel del balompié.