El espectáculo del siglo en el Bernabéu…
¡Alucinante espectáculo el del Real Madrid contra el Mallorca! Fue tan surrealista que apostamos a que hasta los entrenadores se dejaron el guion en casa. Con un banquillo que parecía sacado de un juego de cartas, llenito de canteranos y bajas por doquier, más que un once, aquello parecía una plantilla de barrio. Por un momento, parecía que Vallejo, el jugador invisible, reaparecía como un superhéroe bajo la luz de la luna para limpiar su nombre… ¡y lo hizo! Dando el pase definitivo en el último soplo del partido, y aquí todos pensando que era un mito urbanístico.
La fortaleza del Bernabéu se puso en modo defensa modo castillo de naipes. Leo Román, el portero del Mallorca, dejó a más de uno buscando aspirinas. Este chico paró más balones que un portero de máquinas tragaperras. Y lo de los córners, ¡26 a 0 para el Madrid! Los aficionados soñaron con seguir haciendo historia; ni una sola esquina se rindió hasta que Jacobo Ramón se metió en medio de la épica locura anotando el tanto victorioso. La Liga, al parecer, subió un nivel en dificultades.
El gol de Mbappé fue una demostración de que aún hay más. Incluso en un equipo al que solo le faltaba Cibeles en la portería, el príncipe parisino sigue sumando goles cual coleccionista de pokémon legendarios. Nos queda claro, quieren construir el futuro sobre los hombros de un titán llamado Mbappé. ¡Que alguien pase ya con los cláusulas de renovación de Modric antes de que se lo lleven a un museo de arte viviente! Y Fede Valverde, donde no llegaban los balones, llegaba él, ¡con tanto tiempo de juego que no sabemos si era futbolista o superhéroe infiltrado!