El Club Blanco en su odisea espacial…
En la galaxia lejana de Valdebebas, el Real Madrid ha estado tramando un plan digno de ciencia ficción. En sus oficinas, que parecen más la torre de control de un transbordador espacial que una sala de juntas, se preparaban para un descenso al planeta de los 82 partidos, como si fueran a conquistar Marte. ¡Y resulta que no era Marte, era Estados Unidos! Pero no se trataba de cualquier paseo por Central Park, ¡eran terrenos de juego dignos de un episodio de Expediente X!
Así que, cual Legión de Superhéroes del fútbol, los emisarios blancos se lanzaron a investigar los misteriosos campos en los que sus jugadores se dejarían la piel o al menos unas cuantas ampollas. Se rumorea que encontraron césped más falso que las monedas de chocolate de la abuela y balones que parecían más dispuestos a flotar como pelotas de playa que a rodar con elegancia hacia la portería. ¡Las botas de Carvajal, Militao y Alaba temblaron al enterarse!
Mientras los técnicos analizaban terrenos más resbaladizos que el jabón en la ducha, el resto del equipo se preparaba para el Mundial de Clubes. Todo bajo la certeza de que, aunque el césped se les quisiera tragar como arena movediza, ellos seguirían adelante. Y todo esto, solo para los que logran entrar en el selecto club de socios, donde las anécdotas se venden a precio de oro (o de tarjeta VIP).