El epílogo feliz que desean los txuriurdin…

¡Ay, Real Sociedad! Hace más tiempo que no llegas a una final que yo sin invitar a mi madre a cenar. Desde aquel glorioso 2021, te emocionaste en un estadio tan vacío como mi nevera durante la pandemia. Pero la pasión de Imanol y sus once guerreros se asemeja al entusiasmo de un koala con café, dispuestos a convertir ese amargo recuerdo en una dulce revancha.

¡Y vaya reto! Escalar el Himalaya es pan comido frente a remontar al Real Madrid en una semifinal. Con Brais Méndez en el taller de reparación, Aguerd, Sucic y Oyarzabal usando bengalas como muletas, y el mismísimo Take Kubo sin su chispa habitual, parece que jueguen en modo experto. Por supuesto, su racha ganadora rivaliza con mi habilidad para cocinar, venciendo solo a equipos que, sintiéndolo, decidieron no aprender a meter goles.

Sin embargo, ¡imagínatelo! Superar al Real Madrid sería como encontrar un billete de cinco euros en tus vaqueros lavados. Los txuriurdin, tras haber sido eliminados por Mallorca con penaltis peor lanzados que una broma de mal gusto, sueñan con otro trofeo en La Cartuja. Y esta vez, con su afición animando desde las gradas, ¡que esto promete ser una montaña rusa de sentimientos!