Abogados, ADN y la cárcel de los famosos…
Robinho, el ex estrella del fútbol que una vez corrió por el césped del Santiago Bernabéu, ahora se encuentra corriendo entre abogados, buscando un nuevo tipo de gol: salir de la famosa cárcel brasileña de Tremembé. Después de 11 emocionantes meses en la prisión, quiere cambiar su régimen cerrado a uno semiabierto. Al parecer, su defensa está jugando al «fútbol legal», argumentando que la distancia de goles —o penas— entre Brasil e Italia es grande. Así que, ¡postre pa’ tras el VAR legal!
Los aguerridos abogados de Robinho están preparados para el partido de apelación, programado para el 13 de marzo. Y argumentan que mientras Italia canta un penalti de 8 años, Brasil acepta solo 6 para empezar. Pero el tribunal ha respondido con una amonestación legal: «¡Sin cambio de camiseta durante el partido!» Mientras, Robinho defiende su inocencia alegando que la justicia italiana le ha pasado un balón que no puede agarrar porque asegura que fue todo consensuado y con capucha —de látex— puesta… «Vamos, que mi ADN no estaba allí», declaró tratando de esquivar el fuera de juego. «Sí, hubo besos, pero luego me fui a casa», asegura.
Entre tanto, en la célebre cárcel de Tremembé, más conocida como la «cárcel de los famosos», Robinho comparte catering penitenciario con personajes de la talla de políticos pillados en fuera de juego y famosos asesinos que prefieren el sombrero a la gorra. Allí, los rumores carcelarios afirman que los reclusos han montado un ‘Tinder de barrotes’, que ya ha visto el inicio y el abrupto final de novelescas relaciones como la de Vinícius Nunes y Jaqueline Moraes. Al parecer, el «scrolling» de las fotos no tiene filtro de realidad y ¡al amor también le pesan los píxeles!
¿Logrará Robinho cambiar la agrupación por el solitario semiabierto, o continuará jugándose el partido de vuelta? Solo el tiempo y el tribunal dirán si seguirá sudando bajo las luces de la prisión o proseguirá su historia de amor propia con la libertad.