El mediocentro del City busca calma y continuidad…
Solo quiere un poco de tranquilidad. Como quién sale a dar un paseo en chanclas y media montaña para que lo dejen quieto. Rodri regresó a jugar justo antes de que terminara la temporada 24/25, después de una dolorosa lesión de cruzado. Ya saben, como romperte el zapato favorito el día del baile de graduación. A pesar de todo, volvió para jugar unos pocos partidos y su cuerpo le recordó que las prisas son malas consejeras. Así que el equipo médico del City lo detuvo antes de que intentara correr como un coche sin frenos cuesta abajo. Prefieren mantenerlo a salvo, después del colapso inexplicable que vivió el equipo la temporada anterior.
Para Guardiola, Rodri es tan indispensable como un paraguas en pleno monzón. Su ausencia dejó al club como un perro sin correa, dando vueltas sin dirección. Tras caer inesperadamente contra el Madrid, Rodri busca retomar su confianza mientras los rumores tocan su puerta más fuerte que un entusiasta vendedor de enciclopedias. El Real Madrid sigue detrás de él como un sueño imposible y dulce a la vez. Y aunque su oferta de contrato es tan tentadora que te dan ganas de revisarla con gafas de sol, Rodri solo quiere dejar de ser el protagonista del culebrón del verano en el fútbol.